Defensa personal para niños
Has decidido enviar a tu hijo a clases de defensa personal (Krav Maga por ejemplo) o algún arte marcial, cuando la mayor parte de tu objetivo será mejorar la confianza del niño en sí mismo. El Instructor te asegura que la confianza en sí mismo del niño mejorará, pero la cuestión del miedo a la violencia excesiva y el comportamiento inadecuado no te pasa por la cabeza en la conversación con el guía.
El punto de partida es que entrenar a niños es diferente de entrenar a adolescentes o adultos, y requiere diferentes énfasis en el entrenamiento, y coloca una gran responsabilidad en el instructor que trabaja con este grupo de edad. Cuando envíe a su hijo o hija a una clase de defensa personal, debe preguntarse quién es el niño que regresa de la clase o, alternativamente, cuál es el impacto de esa guía en la visión del mundo del niño.
A veces, cuando el instructor carece de experiencia o comprensión en el mundo de los niños, o cuando el propio instructor carece de un amplio mundo de valores, puede crear un alumno que sabe defenderse por un lado, pero por otro lado es desenfrenado y pone en riesgo a sus compañeros, porque la violencia es la solución a todos los problemas, cuando en realidad el gran guerrero es aquel que nunca está obligado a usar su poder.
Para evitar este problema, el instructor debe poner mucho énfasis en sujetar a los niños y en comprender el límite de potencia existente. La explicación del límite de potencia se realizará mediante juegos, ejemplos ilustrativos y conversaciones múltiples. La contención de los niños se hará mediante la disciplina en las clases, y múltiples conversaciones sobre el tema de la discreción, los valores morales y la resistencia a la violencia.
Además, la capacidad del instructor para estar en contacto continuo con los padres asegurará un examen de los cambios adversos en el comportamiento del estudiante, en caso de que ocurran.
Además, antes de enviar a su hijo a la clase, se debe examinar al instructor, uno debe preguntarse acerca de su valor, su capacidad para comunicarse con los estudiantes, cómo se lleva a cabo la clase. Otra cuestión a tener en cuenta es si la clase es competitiva, en mi opinión una clase competitiva para niños no fomentará la moderación sino todo lo contrario, y además hará muy difícil que un niño desarrolle confianza en sí mismo, al mismo tiempo que tiene que competir por su lugar dentro del grupo.
Otro punto a destacar es que la formación de los niños debe verse como un proceso continuo y largo, que no finaliza en unos pocos meses o un año, sino que es el producto de varios años de formación durante los cuales el alumno desarrollará confianza en sí mismo y confianza en su capacidad, pero no a expensas de un comportamiento adecuado.
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